Para revivir la niñez
- Emily Cabrera M
- 8 abr
- 1 Min. de lectura
Para revivir la niñez hace falta visitar los lugares comunes con esa persona que ya no somos, pero que fuimos, y que vive oculta en nosotros.
Por ejemplo, mirar el carnet de vacunas, revolver los cuadernos viejos de la infancia, visitar lugares que solo fuiste cuando eras niño, mirar introducciones de dibujos animados o programas que solías ver en la televisión, pasar por enfrente (o incluso entrar) en tu antigua escuela, probar un dulce de la infancia, oler un perfume que usábamos de niños, tararear una de las canciones que cantábamos en el coro escolar, pedir que nos lean un cuento de aquellos que fueron icónicos para nosotros o abrazar a nuestros padres con los ojos cerrados y sentir su aroma como si el tiempo no hubiera pasado.
Para revivir la niñez no hace falta mucho más que tiempo para viajar en el tiempo, y fuerza de voluntad para echarle el ojo a aquello que no volverá, salvo que lo invoquemos.